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Los días 27 y 28 de octubre la FCEIA fue una de las sedes del Rally Latinoamericano de innovación que se realiza de forma simultánea en diferentes ciudades de América Latina. Se trata de una competencia internacional, desarrollada por equipos durante 28 horas, que tiene como propósito fomentar la innovación a partir de la resolución de alguno de los desafíos planteados. El grupo “Rosario en acción” conformado en su mayoría por estudiantes de la FCEIA obtuvo el primer puesto en la ciudad dentro de la categoría "Innovación".

El equipo interdisciplinario propuso una solución para el desafío que planteaba la construcción de un proyecto de calles inteligentes. El mismo estuvo integrado por los estudiantes: María Clara Cortizo, de Mecánica; Florencia Gómez Fava, Licenciatura en Física; Lucas Scaglione, Civil; Facundo Balvidares, industrial; Ignacio Seret , Licenciatura en Ciencias de la Computación, todos ellos de la FCEIA y Nicolás Castellan, alumno de Mecánica de la UTN; Dante Zelaya, estudiante de psicología y Yamil Montoya, docente del Instituto Politécnico.

“El desafío apuntaba a mejorar la convivencia de los corredores de la ciudad a través de la implementación de captadores de datos y de internet de las cosas” explicó Yamil. El proyecto ideado por el grupo consistió en la creación de estaciones ubicadas en las paradas de colectivo que a través de sensores y de tecnología RFID pudieran cumplir diferentes funciones: detectar vehículos robados, infracciones, precipitaciones, anegaciones de calles, embotellamientos, desviar el tránsito para darle prioridad a los servicios de emergencia y realizar un sistema de ayuda para las personas con disminución visual, entre otras cuestiones sociales.

“Sería como ir cambiando la fisonomía de la calle en tiempo real respondiendo a todo lo que se da alrededor: el desvío del tráfico ante una eventualidad para hacer más fluido el movimiento o un fenómeno climático como puede ser medir la cantidad de precipitación y de esta forma dar un alerta de potencial inundación. Con informaciones visuales en cada una de las estaciones los conductores sabrán si deben desviar o no”, resumió Ignacio.

El proyecto plantea también la posibilidad de generar mapas estadísticos con diferentes variables, como por ejemplo la contaminación auditiva o los accidentes de tránsito, a partir de la información recabada por el sistema.

El desafío, además del desarrollo tecnológico de la idea exigía también el armado de un modelo de negocio y allí es donde aseguran haber tenido las mayores dificultades. “Cuando empezamos a armarlo surgieron un montón de dudas sobre cómo nos posicionábamos grupalmente con respecto al proyecto. Una cuestión puntual por ejemplo era si el cliente iba a ser el ciudadano o iba a ser la municipalidad. Empezaban a aparecer esos aspectos que parecen detalles pero que en el modelo de negocio hacían mucha diferencia” detalló Yamil.

Un hecho que valoraron todos los integrantes fue la experiencia de haber trabajado en un equipo conformado por alumnos de diferentes carreras. “Individualmente cada uno aportó algo importante y más allá de los problemas que tuvimos en conjunto se hizo un gran equipo y tuvimos muy buenas ideas” mencionó Lucas. Por su parte Yamil agregó: “sin duda la cuestión del trabajo en equipo fue una experiencia fantástica. Era muy interdisciplinario y quedó en claro la riqueza que tiene encontrarse tratando de hacer una innovación cuando hay tantas cabezas enfocadas en distintos aspectos del proyecto”

Si bien resultó positivo, también mencionaron que la variedad en la orientación de la formación de los integrantes generó por momentos controversia en el enfoque del proyecto. “Cada uno lo veía más desde el lugar de lo que estudia y de lo que hace. Todos veíamos el proyecto de manera distinta y nos costó encontrar una visión en conjunto que se pudiera llevar adelante” mencionó Facundo al respecto. “Como cada uno miraba el proyecto desde diferentes puntos hubo momentos en que tuvimos que parar un poco, sentarnos y volver a hablar de qué estábamos tratando de hacer” sumó Lucas.

Por otro lado, el grupo destacó además la colaboración con la que contaron durante todo el Rally por parte de representantes de la FCEIA y de la UTN, quienes les facilitaron algunas cuestiones generando un ambiente propicio para la competencia.

Para muchos de los integrantes de “Rosario en acción” fue la primera experiencia en una competencia de estas características y todos la valoran como positiva. Además se entusiasman con la posibilidad de volver a participar el año que viene: “me gustaría que sea con el mismo equipo porque ya nos conocemos, ya sabemos cómo piensa cada uno, quién es mejor en cada cosa, estamos más organizados y quizás nos puede ir mejor” explicó Lucas. Asimismo incentivaron a sus compañeros de cursado a participar de actividades similares ya que aseguran que estas experiencias generan un complemento para la formación profesional.