El pasado lunes 20 de marzo la cátedra de Introducción a la Física del Departamento de Física y Química realizó una actividad abierta en el patio de la FCEIA para la observación del equinoccio de otoño, un suceso astronómico que se da una vez al año y determina el inicio de esta estación en el hemisferio sur.
En el movimiento cíclico de la Tierra en torno al Sol se destacan cuatro puntos de la trayectoria que determinan los inicios de las estaciones del año en todo el planeta, a esos puntos se los denomina equinoccios y solsticios. En cada equinoccio la duración del día es igual (equi) a la de la noche, y en los solsticios parece que el Sol estuviera quieto o estacionario (del latín sistere: detenerse) en el horizonte durante algunos días.
El movimiento del sol, teniendo en cuenta que no es posible mirarlo ya que esto puede generar severos daños en la vista, se estudia mediante sus sombras. Para esto, se fija un palo, denominado gnomon, al suelo en posición vertical y se observa su sombra a lo largo del día.
Según detalló el docente de introducción a la física Leandro Pala, la experiencia realizada en el patio de la FCEIA consistió en observar las sombras proyectadas por el gnomon. Marcando los extremos de las sombras, con hilos de color amarillo, a lo largo de aproximadamente dos horas y uniendo luego los extremos de esas sombras se pudo determinar la dirección Este-Oeste.
La recta perpendicular a ésta en el mismo plano horizontal, que pasa por la base del gnomon, indica la dirección Norte-Sur, o sea, el meridiano del lugar. A su vez, el plano que forman los rayos que pasaron por el orificio en el extremo del gnomon, representados con hilos azules, conforman un plano paralelo al plano del Ecuador. Esto explica el hecho de que sólo en los equinoccios el sol sale exactamente por el Este y se oculta por el Oeste.
Además, para el instante del mediodía solar verdadero, 13:11hs en Rosario, el ángulo formado por los rayos del Sol y el gnomon indicaron la latitud del lugar, que es de aproximadamente 33º para Rosario.