Andrés Milioto es egresado de la FCEIA y el mejor promedio de la promoción 2015-2016 de la carrera de Ingeniería Electrónica. Actualmente se encuentra trabajando para la empresa internacional iRobot, dedicada al desarrollo de software, en la ciudad de Los Ángeles en Estados Unidos. Consultado sobre su experiencia en el exterior, destacó la importancia de poder desarrollar sus estudios en una universidad pública e incentivó a estudiantes y graduados a que se animen a realizar una práctica similar.
La primera experiencia de Andrés en iRobot fue en 2015 cuando aún le quedaban 4 materias para recibirse. “Me postulé a uno de los 3 llamados para pasantías que hace la empresa cada año a través de los correos de la Secretaría Estudiantil de la Facultad y contrario a mis expectativas me llamaron”, indicó el graduado. La pasantía pactada en un comienzo por cuatro meses terminó siendo de nueve. Luego regresó a Argentina para finalizar sus estudios y una vez graduado volvió a Estados Unidos para realizar un programa de un año en la oficina que la empresa tiene en Pasadena.
Andrés señaló también que los primeros días en la empresa le generaron miedo y ansiedad, no sólo por la dificultad del idioma, sino sobre todo por tener que relacionarse con los “gigantes que trabajan en la oficina de desarrollo avanzado”. Allí, desarrollan nuevos productos y tecnologías para robótica de consumidor que salen al mercado de 3 a 5 años posteriores a su creación. Superados los temores lógicos de trabajar en el exterior, rescató la posibilidad de aprender a vivir solo lejos de sus seres queridos, lo que de alguna forma obligó a forjar nuevas amistades.
En referencia a lo académico, destacó la educación gratuita y de calidad que recibió tanto de la FCEIA como del Instituto Politécnico Superior, donde cursó sus estudios de nivel medio. “Habiendo vivido aquí por un tiempo valoro aún más la educación que recibí. En algunos casos los estadounidenses tardan décadas en pagar las deudas que contraen para obtener un título universitario. Espero que mi aporte sirva para que aquellos que no valoran lo que reciben en la Facultad tengan una visión más abierta de la importancia de la educación pública gratuita y laica, y sepan que ni siquiera en una de las mayores denominadas ‘potencias económicas y tecnológicas’ del mundo esto es normal.”
Otro de los aspectos que destacó de la Facultad fue la capacidad de razonamiento que le inculcó durante sus años de estudio. “Es una herramienta invaluable a la hora de aprender nuevas habilidades, sobre todo en un ambiente de innovación latente como es este, donde se trata de romper los límites de las tecnologías existentes para permanecer siempre a la vanguardia y mantener a la empresa en la posición líder en la que se encuentra a nivel mundial. Con el pasar de los meses, me di cuenta que si bien la Facultad no me preparó directamente para afrontar estos problemas, me dió las herramientas para razonar los mismos cualquiera estos sean.”
Consultado sobre su futuro indicó: “No sé a dónde voy a terminar luego de este año acá, pero estoy tranquilo de que la educación que recibí en la FCEIA fue de calidad y me dio las herramientas necesarias para defenderme en cualquier sector y trabajando con los más grandes”.
A modo de conclusión expresó: “Por lo general, nuestros mayores límites no son los que se nos imponen externamente, sino las paredes que nosotros mismos construimos y las cuales nos auto-convencemos como imposibles de derrumbar. Nada es imposible cuando estamos dispuestos a trabajar incansablemente y a nunca dejar de aprender.”