REMATED+3R


Lo transitado en Proyectos anteriores (desde el año 2011) nos permite afirmar que es mucho el entusiasmo que se genera tanto en docentes como en estudiantes al hacer Matemática con materiales distintos a los convencionales (lápiz, papel, pizarrón). También hemos advertido que, con secuencias intencionalmente diseñadas, las ideas se van generando más consolidadamente, con asignación de sentido, resignificando la Matemática escolar. Entre los materiales que hemos diseñado se encuentran juegos (por ejemplo, bingos, ludos y dominós matemáticos) y recursos didácticos (por ejemplo, poliformas, sectores circulares y geoplanos). Todos ellos han sido elaborados con algún insumo reciclado/reutilizado (en sintonía con las 3R ecológicas). Asimismo, hemos identificado la recurrente necesidad que manifiestan los docentes de desmenuzar los materiales didácticos involucrando realmente las dos palabras que conforman el término: qué materiales (recursos y juegos) existen o se pueden elaborar y qué intencionalidad didáctica le puede aportar el profesor para construir saberes significativos junto a sus estudiantes. Las actividades efectivamente realizadas muestran que muchas de las acciones llevadas a cabo tuvieron la intención de enfatizar el involucramiento de los actores institucionales. Sin embargo, creemos que reforzar el trabajo desde el hacer conjunto es el mayor desafío que afrontamos en este momento para el sostenimiento de acciones tendientes a la apropiación de la propuesta; esto es, la sostenibilidad del trabajo independientemente de la presencia de los extensionistas en las instituciones. En este sentido, un ineludible y necesario paso es profundizar la formación docente, inicial y sobre todo continua, a partir del intercambio de experiencias entre todos los involucrados. Es así que proyectamos acciones que tiendan a habilitar saberes de la experiencia, que cada docente sea protagonista como profesional de la Educación Matemática que toma sus propias decisiones con criterios consolidados y flexibles en correlación con su equipo de trabajo en contextos institucionales contribuyendo, de este modo, a su empoderamiento como profesional docente. Un docente empoderado es clave en el sistema educativo, para alfabetizar matemáticamente a los ciudadanos y sostener una Educación Matemática de calidad. Cada uno de los involucrados (extensionistas, docentes, estudiantes) se transforma a sí mismo y transforma, a su vez, su entorno.